“Mejor que se calle por prudencia, si Bolsonaro es su socio”, fue la frase presidencial tras el almuerzo. Era sobre Mauricio Macri.
Alberto Fernández se había comunicado con el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva para solidarizarse por el intento de golpe que atraviesa su par brasileño.
Las protestas llegaron a tomar el palacio de Planalto, el Congreso y la Corte, esencialmente un golpe institucional que volvió a desnudar la grieta calcada que padecen Argentina y su vecino.
Asesores fueron informando durante la tarde al presidente, hasta que confirmaron la originalidad de los tuits del expresidente Mauricio Macri condenando los hechos y comparándolos con el escrache del kirchnerismo al Congreso en 2017.
Fernández lo acusó de cínico y mentiroso en privado, y antes de llamarlo a Lula le pidió opinión a un ministro que lo había llamado. Escuchó y tomó nota, le sugerían opinar en medios, y contestó: “Que Macri diga lo que quiera, él es el socio de Bolsonaro, es amigo del que persiguió y puso preso a Lula y el que hoy organizó todo esto, que explique él lo que está pasando”.
La estrategia oficial estaba armada y empezaron a circular los chats con el Gabinete para saber la postura oficial.
Seguidores del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber irrumpido antes en el Congreso Nacional en actos golpistas contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las fuerzas del gobierno brasileño comenzaban a retomar el control de los edificios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que habían sido tomados por los bolsonaristas, luego de un fallido intento de golpe de estado en Brasil.
Policías y militares, en algunos casos con la utilización de gases lacrimógenos, y tanto caballos, como móviles y medios aéreos retomaban varios sectores de los edificios que habían sido tomados por miles de simpatizantes radicalizados del ex presidente Jair Bolsonaro, los cuales causaron destrozos de instalaciones y mobiliarios.
En primer lugar, se logró retomar la sede de la Suprema Corte Federal, después el Congreso y por último el Planato, la sede del Ejecutivo, todos ellos en forma parcial por el momento.
Poco antes, el presidente del Congreso de Brasil, el senador Rodrigo Pacheco, había pedido castigar de forma «urgente» y con el «rigor de la ley» a los radicales bolsonaristas que han invadido las sedes del Parlamento, la Presidencia de la República y la Corte Suprema, en Brasilia.
«Repudio vehementemente estos actos antidemocráticos, que deben sentir el rigor de la ley con urgencia», afirmó Pachecho, en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Foto de tapa: Eduardo Viera, periodista de El Turista en Misiones. Archivo diciembre 2022.