La mañana del lunes fue difícil en las estaciones de servicio de Puerto Iguazú donde las filas de espera volvieron a ser extensas entre una y tres horas dependiendo el lugar. Esta situación generó malestar en los trabajadores de turismo y remiseros.
“A mi me perjudica porque rechazo pasajeros”, comentó Alan Martinez, remisero y comerciante. “En enero cada día rechacé pasajeros y una vez cargué en Brasil”, agregó.
Por otro lado, los empleados de las estaciones de servicio rechazan a vendedores ilegales en caso de identificarlos.